lunes, 29 de julio de 2013

Timbal de patatas a la importancia y jamon asado y la #experienciatotal (Crítica, receta y reflexión)

   Ayer reflexionabamos, cenando en el restaurante Ramón de Vila do Conde (Portugal) sobre la diferencia que el concepto de comida ha vivido en los últimos años.


   No sólo que, por lo general, la cocina de nuestras madres no tenga nada que ver con la nuestra sino en lo que pedimos a "la comida profesional" y que inevitablemente acaba llegando a nuestras casas. Según mi santo,  sociólogo vocacional, hoy en día no basta con que la comida esté buena, tiene que ser una #experienciatotal, esto incluye la presentación, el local...y  una serie de factores subjetivos que hacen que el momento quede fijado en nuestra memoria de forma agradable


   Un inciso, el restaurante Ramón se inauguró en 1956, y hoy en día sigue por allí el que parece el Ramón original (yo también he flipado). Se le ha considerado uno de los 100 mejores restaurantes de Portugal y está lleno de firmas de personajes "ilustres" que han pasado por allí. La carta no creo que haya cambiado en más de 60 años. Bandejas inmensas de bacalao y cabrito con las inevitables patatas y  arroz, cazuelas y fuentes como piscinas llenas de arroz  de marisco y açorda, esa mezcla entre migas y revuelto que en Portugal se prepara con marisco y peixe..He comido allí varias veces y la comida está bien, no es excepcional, pero no está mal.

Ración individual de açorda de marisco en Ramón
 
    El local, que ha sufrido algún cambio más que la carta, está lleno de mesas y sus paredes de granito vivo decoradas con bufandas de las que llevan los hinchas de fútbol de un montón de países...
    Pero la comida ramoniana proporciona la #experienciatotal de un modo aún muy frecuente en Portugal: El exceso.


   Hasta hace poco era habitual oir eso de "Comimos muy bien, sobró un montón". Pero después de estos años de livinglavidaloca que hemos tenido en España nos hemos vuelto más comedidos, a veces demasiado. Si ha habido estos años un menú degustación deseado en nuestro país es sin duda el del desaparecido Bulli, compuesto por tropecientos platos que sumaban la pasmosa cantidad de 300 gr. Doy por hecho que esa era sin duda una #experienciatotal, que sin duda ilustra bien el hecho de que la comida pantagruélica ya no se lleva.
   El arroz y la açorda de marisco estaban ricos, y pese a contar con los mismos sacramentos, muy diferentes. Es una pena que casi todo el marisco fuera congelado, y añadiesen surimi. Los postres: La tarta de manzana muy buena, con una crema pastelera rayando la crema de yemas y el pastel de zanahoria mas corriente.
    ¿Voy a recordar esta cena? Sin duda no, como prueba el hecho de que hemos ido otras tres o cuatro veces....


     En fin, que en ocasiones veo muertos (Lo digo para ver si te has tragado el tostón o has ido a la receta).
    La presentación ayuda a que incluso el aprovechamiento de sobras tenga algo de #experienciatotal
   
Timbal de patatas a la importancia y jamon asado (4p)
  (Estas patatas forman parte del repertorio habitual de mi familia, y aunque nadie me enseñó a hacerlas creo que he reproducido el sabor perfectamente, pero desconozco si tradicionalmente se hacen así)

Para las patatas

 400 gr de patatas peladas y cortadas en rodajas de 5mm
 2 huevos
 Harina
 150 ml de vino blanco
 1/2 cebolla
 1 diente de ajo picado
 1 manojito de perejil picado
  Una hoja de laurel
 1litro de caldo de pollo

200 gr de jamón asado o cualquier otra carne  asada

   En una cazuela grande pochar la cebolla hasta que esté transparente sin que se dore, añadir el ajo, el laurel y el perejil, dar una vueltas y añadir el vino. Reducir 5 minutos. Añadir el caldo y reservar a fuego muy bajo.
   Por otro lado pasar las patatas por harina (Hay un "truco de madre" para hacerlo en un pis pas: pones harina en un tupper grande, las patatas, lo tapas, le das unos buenos meneos y listo: patatas enharinadas!) y luego por huevo (lo mismo: en un bol pones los huevos batidos con una cucharada de aceite, que hace que el rebozado se pegue bien, y vas añadiendo patatas por tandas, sacándolas de una en una)
   En una sartén con aceite caliente las vas friendo, lo justo como para que se haga el rebozado y las vas pasando directamente a la cazuela con el caldo.
  Se deja cocer a fuego medio 15 min, o hasta que las patatas estén blandas pero no deshechas.

Emplatado
  En un plato con hondón  ponemos un aro. Empezamos con una base de patatas y coronamos con unas tajadas de carne previamente calentada. Si va a ser un primero pondremos mas patatas y bien de ese caldo delicioso y si va a ser un plato principal equilibraremos mas el tema de la carne. Espolvoreamos con perejil y listo.
 

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