viernes, 18 de octubre de 2013

Albóndigas de bacalao o el milagro de los panes y los peces

  
  
   Paso mucho tiempo en Portugal, es un país que conozco desde mi infancia y quizá por eso tengo con él una relación familiar: por un lado me saca de mis casillas, pero que nadie hable mal de él en mi presencia, que yo por Portugal... mato!
   Bromas a parte, muchas veces hemos contado lo poco variadas que son las cartas de los restaurantes portugueses, puedes ir de Faro a Caminha y tomar los mismos caldos, comer los mismos grelhados y saborear los mismos postres caseros sin apreciar grandes diferencias. Pero si hay algo que nunca falla, es el bacalao, da igual que sea un bar de barrio, un resturante de alto copete o el antro más inmundo al borde de una carretera cualquiera, que todos tienen un arte increíble para elaborar este pescado.
   Desde los básicos bolinhos (buñuelo) y pataniscas al popular bacalao a bras, pasando por el bacalao a la brasa, com natas, a Zé do pipo o Gomes de sá....dicen que lo preparan de 365 maneras diferentes.


   Por eso hoy he decidido hacer un homenaje a este manjar con una receta resultona donde las haya.
   Lo de Jesucristo no tiene ningún mistério, por lo menos en lo que se refiere al milagro de los panes y los peces. Déjame que te lo demuestre:
   Tu coges 1 bacalao y le pides al pescadero que te saque los lomos, los confitas y los acompañas de una (1!) rama de cebollino, pues muy bien, muy rico, pero no cunde nada y es un suponer, pero quizá nuestros comensales acaben una hora después comiendo un bocadillo de calamares en el primer sitio que encuentren.
   Y entiendeme, nadie más fan que yo de la comida basura intempestiva, pero, ¿y si lo arreglamos con otra opción que cunde mucho más sin detrimento alguno del disfrute?. Mejor, no?
   Añadimos 100 gr de gambas, cuatro cosas más y en un ratito tendremos unas albóndigas exquisitas.


Albóndigas de bacalao

 500gr de bacalao limpio
100 gr de gambas
100gr de miga de pan atrasado
50 ml de leche caliente
1 huevo batido
1 cebolla mediana
20 gr de mantequilla
Perejil picado
150 ml de vino blanco
1 zanahoria en rodajas
1 c.s. de concentrado de tomate

  En  una cazuela poner 1/2 cebolla, la zanahoria y el vino y el bacalao. Añadir el agua justa para cubrir el pescado y encender el fuego a temperatura media.
   Mientras cortar la miga en rebanadas lo mas finas posible y ponerlas en un bol con la leche.Mezclar y reposar.
   Cuando aparezcan las primeras burbujas en el fondo de la cazuela sacamos el bacalao con un espumadera reservando el líquido, de esta forma no se deshará. Añadimos al caldo las gambas y dejamos cocer 4 min, sacamos, pelamos y volvemos a poner en la cazuela las cáscaras con el concentrado a fuego fuerte para que reduzca a 2/3. Los cuerpos los añadimos picaditos al pan.
   En una sartén rehogar el resto la cebolla picadísima con la mantequilla sin que coja color.
   Desmenuzar bien el pan, añadiendo un poco de caldo caliente, si fuese necesarío. Añadir el bacalao desmigado, la carne de las gambas, la cebolla rehogada, el perejil y el huevo, mezclar bien hasta obtener una masa densa. Refrigerar
   Para hacer la salsa trituramos el fondo (cabezas, zanahorias...) y pasamos por el chino y ponemos a fuego suave.
   Mientras hacemos las albóndigas formando pequeñas bolitas de masa que pasaremos por harina  y freiremos, lo justo para que se forme costra sin tomar mucho color, pasandolas acto seguido al la salsa.
   Se dejan cocer a fuego bajo 15 min., meneando la cazuela de vez en cuando para que no se peguen.
 
 

1 comentario:

  1. Que ricas deben de estar..... mmmmm....... y la presentación es preciosa....
    Con tu permiso me la apunto
    Me encantan
    Besos

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