miércoles, 26 de junio de 2013

La trucha en escabeche, la sandia, el gazpacho y la magdalena de Proust

   Hay sabores que todos nosotros asociamos indefectiblemente  a la infancia , que se lo digan a Proust y su magdalena...


   Algunos son quasi universales en nuestra cultura y otros solo funcionan dentro de ese microcosmos que es nuestra familia...Hace años un amigo portugués me dijo que no le gustaban las lentejas, lo que me extrañó porque era muy amigo de los platos de cuchara, su explicación fue dogmática para mi: "En Portugal no se comían y es una cosa que si no has comido desde pequeño es imposible que te guste". Era su opinión, por supuesto, pero yo nunca lo he olvidado.




    Yo pase mis primeros años en un sitio donde hacia un calor tremendo en verano, pero tremendo tremendo! Por eso el menú en verano cambiaba por completo, comerte allí un cocido en agosto habría tenido un carácter suicida! Por otro lado teníamos huerta, con lo que la comida estaba ligada a los productos de temporada
    Recuerdo las cazuelas enormes de pisto en el frigo (en mi casa se come frío!) con el que nos hacíamos incluso bocadillos para merendar, la fuente de compota de manzanas con galletas siempre a nuestra disposición en la encimera...Y los escabeches: pajaritos, pececitos...esos animalillos indeterminados (tencas, barbos, tordos....) producto de pequeñas cacerías y tardes de pesca. Y por supuesto las truchas.



 
     Ya os he hablado en otras ocasiones de lo que me gusta tener un buen fondo de despensa que te saque de cualquier imprevisto, no solo una visita inesperada, que yo sola soy capaz de sorprenderme a mi misma sin comida! Un escabeche está siempre disponible en la nevera y se conserva perfecto varios días, de hecho mejora con el tiempo.
En mi casa uno de los mas clásicos es el de trucha. Si es un pescado que te resulta fuerte con esta preparación se suaviza muchísimo, puede servirse solo, como guarnición para una ensalada o como he hecho yo acompañado de un gazpacho, es este caso con el añadido de la sandía que por un lado añade frescor y crujiente y por otro "aplaca" un poco la acidez de los ingredientes.



Trucha escabechada con gazpacho y sandia (4 p.)

4 truchas no muy grandes ya limpias
Harina
1/2 litro de gazpacho
2 rodajas de sandía
Aceite de oliva, sal

Escabeche:
250 ml de aceite de oliva
500 ml de vinagre de manzana
1 cebolla
4 dientes  aplastados  de ajo  con su piel
2 hojas de laurel, sal y unos granos de pimienta
Sal y azúcar

     En una sartén poner  todos los ingredientes del escabeche menos el vinagre a fuego lento, para que se pochen-infusionen. Unos 10 min.
Mientras salar las truchas por dentro y por fuera , pasarlas por harina y freír, no demasiado, ya que se acabará de cocinar en el vinagre. Ir las pasando a una fuente no metálica donde quepan lo mas justas posible.
      Cuando las cebolla esté transparente retirar de fuego y añadir lentamente el vinagre en el que habremos disuelto una cucharaquita de las de te rasa de sal y 1/2 de azucar , con cuidado de que no salte. Volver a poner a fuego medio otros cinco minutos,si chisporrotea retirar.
      Cubrir las truchas con el escabeche y macerar al menos 24 horas.
Montaje:
      Fondear un plato con el gazpacho, poner encima un par de tajadas de sandía y sobre esta la trucha. Tachan!

2 comentarios:

  1. Para empezar, el título de tu entrada lo tiene todo:
    Trucha ¡en escabeche! Que es coger un pescado delicioso y prepararlo con vinagre que es una de las cosas que más me gustan en el universo conocido.
    Sandía, que en verano ya solo pronunciar su nombre te da gustirrinín de pensar en el fresquito.
    El gazpacho que con el salmorejo es mi comida favorita: para que te hagas una idea, mi madre en nuestro cumpleaños siempre nos ha dicho que le pidamos lo que queramos para comer ese día y aquí la menda, aún cayendo ese día a principios de marzo, le ha pedido de toda la vida un gazpachito, boquerones en vinagre y tortilla de patatas (bueno, la tortilla la dejé de pedir cuando descubrí que a mi me salía mejor y entonces me pasé a las pechugas de pollo con salsa de puerros, solo espero que mi madre no lea esto...)
    Y por último, la magdalena de Proust, que es un concepto filosófico-literario que me fascina. Me encanta cómo los sabores y sobre todo los aromas nos pueden hacer revivir experiencias casi olvidadas. Yo crecí en una casa con muchos hermanos y me encanta todo lo que me recuerda a la infancia con mi familia.
    Me ha gustado mucho lo que cuentas de la tuya, ¡si hasta teníais un huerto! Menuda suerte. Yo me conformaba los veranos con las viñas, los almendros y robarle melocotones al vecino, que tampoco está mal pero no es como tener tu propio huertecito...
    Y te dejo ya en paz, que a este paso va a ocupar más mi comentario que tu post.
    Supongo que no tengo ni que mencionar que esa trucha en escabeche va a caer fijo este verano.
    Un saludo guapa!

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    Respuestas
    1. Jo Cris, menudo comentario, se me salen los colores...me encanta que alguien me lea con tanta afinidad. O bueno que me lea,ja,ja que estoy un poco sensible con el tema!
      Gracias.

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