jueves, 21 de marzo de 2013

salsa de conejo y piñones para pasta



Hola, hola,hola! Que diría el bueno de Wooster...
Llevaba ya un tiempo sin subir ningún post al blog, y prodría alegar alguna razón metafísica para excusarme pero no lo haré porque lo que pasa es que me ha faltado tiempo, no ya de cocinar, que comer hemos comido estos meses, sino de hacer la foto ilustrativa y escribir un poquito.
Como hoy por hoy está feo quejarse de cualquier cosa que incluya el término "trabajo", tampoco lo haré, aunque es el verdadero culpable que que tenga mi blog en el barbecho más estepario.
Ahora mismo os escribo a la sombra del Everest que forma la pila de ropa que debería estar planchando...
Así que ¡qué coño! paso un poco de la plancha y os doy una receta de muerte.
En mi patólogica manía de adquirir libros de recetas, cayó en mis manos este:


Desde mi infancia en el internado de las Jesuitinas tengo debilidad por cualquier clase de pasta, supongo que era lo único que me gustaba.... Si en un restaurante me dan a elegir entre los más deliciosos manjares y macarrones con tomate frito de bote, inexplicablemente pido estos últimos.


Donde quiero ir con este anecdotón es a explicar mi pasión por la cocina italiana que empezó con un tonteo con la pasta que acabó en un tórrido affaire con las distintas cocinas italianas.
Y ya puestos a confesar manías, otra es la compra compulsiva de pastas "raras" que atesoro como Gollum y que a veces en mi incapacidad para elegir el momento de gastarlas me las dejo caducar! Mi venita Maleni hace que me atraigan las de formas extrañas o colores imposibles, el reto es que estos colores se consigan con colorantes natutales: Remolacha, espinacas, nero di sepia, cúrcuma...


En fin, que en este libro delicioso encontré esta receta para salsa, "una de las más tradicionales" que yo desconocía. Os presento mi propia versión a la que le he añadido chocolate, y aunque tuve mis dudas de como combinaría con las alcaparras el resultado ha sido delicioso, la salsa queda untuosa y combina genial con el toque de monte del conejo y los piñones.


Aunque el cocinero Giuliano Hazan dice literalmente en su libro "la pasta Clásica" :
  "Una de las cosas más dificiles para alguien que no ha crecido comiendo pastas en Italia es desarrollar la sensibilidad necesaria para combinar correctamente las pastas con las salsas..."
Creo que he acertado al decidirme por estos orequieti tecnicolor (Cúrcuma, huevo,remolacha...) pero dudo que nuestro paladar español sea tan sensible a estos temas.


Por último un consejo que aprendí viendo los Soprano y que me parece im-pres-cin-di-ble:
   Cuando la pasta esté al dente, escurrela y vuelve a ponerla en la cazuela caliente con el fuego al mínimo, añade la salsa de cucharada en cucharada, removiendo cada vez hasta que se absorba. De esta forma la salsa entra dentro de la pasta y el sabor se casa completamente Puedes guardar un poco de salsa para "coronar "el plato. ¡Verás que no hay color!


Orequietti con sugo de conejo y chocolate

250 gr de carne picada de conejo (De la parte del "jamón")
200 ml de caldo de pollo
50ml de vino blanco
20 gr de chocolate negro con alto contenido en cacao
1 c.s. alcaparras
2 c.s piñones
Orégano
4 c.s. de aceite de oliva virgen
Mantequilla
Parmesano
Sal y pimienta

En una sarten tostar ligeramente los piñones reservar.
Poner en la misma sarten el aceite y rehogar el conejo. Añadir los piñones y las alcaparras picadas.
Regar con el vino blanco y llevar a ebullición a fuego fuerte, reducir un poco y añadir el caldo y el chocolate. Seguir cociendo mientras removemos para deshacer el chocolate. Cuando está reducido mas o menos a la mitad apagar el fuego
Añadir la mantequilla fria en trozos y mezclar, condimentar con el orégano y la pimienta ajustando el punto de sal.
Por otro lado cocer la pasta al dente y después de escurrir volver a poner en la cazuela caliente y añadir la salsa cucharada a cucharada removiendo cada vez hasta que la pasta la absorba.
Reservar algunas cucharadas para poner por encima.
Servir con queso parmesano rallado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te ha gustado cuéntamelo, prometo no arañarte...