lunes, 29 de abril de 2013

Costilla de ternera asada en un "Juego de hornos"

  

   ¿No te ha pasado nunca saber que algo que estás haciendo bordea peligrosamente lo bochornoso... y aún así no puedes dejar de hacerlo?
    Pues así es como me siento yo, y el origen de esta sensación está en el blog biscayenne. Mi obsesión por esta guía para glotones irredentos raya ya lo patológico.
    No se qué me gusta más: sus recetas deliciosas, el diseño maravilloso o los descacharrantes a la par que interesantísimos textos...
 ¡Que estoy obsesionada, vamos! no puedo evitar sentirme como una groupie adolescente, patética  pero muuuy feliz.


  Así que no he podido resistirme a su convocatoria de hacer una receta "medieval" para su "Juego de hornos".
    La cocina del medievo era muy diferente a la nuestra, pero no era básica, todo lo contrario. En las categorías sociales más altas lo que lo petaba era una cocina ostentosa y muy sofisticada porque el acceso a determinados alimentos, preparaciones y condimentos era lo que confirmaba el poder del anfitrión ya que las leyes suntuarias ordenaban lo que estaba permitido comer, vestir o incluso los colores que se podían usar según las profesiones o las clases sociales.


    Para muestra el menú del banquete de la boda del marqués Gian Giacomo Trivulizio de Milán, celebrado en 1488:

Pastelitos de piñones y de almendra con azúcar
Espárragos
Salchichas y albóndigas
Perdices con salsa
Dos cabezas de ternera, una dorada y otra plateada
Capones, salchichas, jamón y jabalí servidos con una variedad de potajes delicados
Cordero asado con salsa de cerezas amargas
Bandejas con diversas aves asadas
Pollos guisados con azúcar y agua de rosas
Crema perfumada con salvia
Membrillos cocidos con piñones, azúcar y canela
Confituras
Diez tartas diferentes
Confites de especies


   Debido a las restricciones religiosas la carne estaba prohibida casi una tercera parte del año así que no podía faltar en cualquier comilona de postín. Lo mismo sucedía con las especias, que eran un lujo que pocos podían permitirse... Lo que parece común era pegarse unos atracones mortales, tradición heredada de los romanos, que consideraban de buen tono vomitar entre platos para hacer "huequito".

   En fin, yo me he decidido por unas costillas de ternera asadas, porque como dicen en la
ruta antimalenis de Madriz, a mi me gusta lo bello y no lo bonito...y ese es el fin de este blog, demostrar que con un poco de cariño casi cualquier cosa se puede convertir en un plato precioso!
(Que no hay nada mas triste que oir eso de "Pero de sabor esta bueno...")


Costillas Asadas

1 kg y medio de costilla de ternera cortada
1 diente de ajo picado mas 1 cabeza entera
3 c.s. de miel
1 c.s. de harina
1 c.p. de mostaza a la antigua
romero, tomillo
1 c.s. de vinagre
1 vaso de vino
Sal y pimienta

  Se mezclan todos los ingredientes menos la cabeza de ajo y se deja la costilla en esa marinada toda una noche, volteando alguna vez.
  Al día siguiente precalentamos el horno a 150º y ponemos la costilla y la cabeza de ajo entera 2 h, bañando de vez en cuando con la marinada. 10 min. antes de sacarla, subir el horno a 220º para que quede dorada por fuera y tierna por dentro.
  Servir acompañada de un par de dientes de ajo, que se han confitado y resultan deliciosos.



2 comentarios:

  1. Esto a mi marido le va a encantar. desde la ternera a la Kalesi

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  2. ¿Juego de Hornos? Dios mío... ¿cómo es posible que no conociera yo esto? ¡Si me encanta! Me he pasado alguna vez por el blog de Biscayenne pero esto no lo había visto.

    Esas costilla tuyas tienen una pinta para morirse de gusto. Y yo a punto de prepararme un gazpacho... ¡Mi estómago ahora pide carnaza! Jajaja

    Cris

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Si te ha gustado cuéntamelo, prometo no arañarte...