lunes, 19 de noviembre de 2012

Un mongol en garrido

    Antes de nada pedir vuestra comprensión por la calidad de las fotos que acompañan esta entrada, están hechas con el móvil, porque yo no planeo estas "Excursiones" que acaban en crítica...simplemente cuando veo algo digno de compartir me lanzo!

    Si hay un territorio charro por excelencia ese es  garrido, el más castizo y origen primigenio de la mayoría de las familias de Salamanca y por otro lado un multicultural y mestizo meltin´pot.

    Es precisamente aquí en el mismo corazón del barrio salmantino, junto al parque garrido en la calle Isaac Peral, donde encontramos una perla escondida: el bar pacífico.
    El propietario según su propia definición es "un mongol de garrido", sin la o, un mongol de mongolia trasplantado en plena tundra mesetaria.


      Es sin duda el bar pacífico una experiencia no apta para todos los públicos, igual te ponen un pincho que te dan una clase de chino. No es un restaurante, es una tasquita humilde y sin ninguna pretensión, así que si eres de los que no puede vivir sin un grado mínimo de sofisticación ni lo intentes, pero en su carta encontramos algunas joyas que bien valen el esfuerzo  de encontrarlo y digámoslo sin preambulos, que para estas cosas es mejor ir preparado, soportar el olor a fritanga. (También puedes comprar la comida para llevar)

 
     Los platos se sirven en formato tapa, abundantes y a buen precio. Se pueden acompañar con un té, en especial el  rojo batido con leche es una buena opción. Este local se puede clasificar como vegetariano, ya que ninguno de sus platos lleva carne o pescado, son todos a base de tofu, soja, algas o verduras.
    Aparte de las versiones de los clásicos, y snobmente desprestigiados, platos clásicos de restaurante chino como el rollito primavera o el arroz tres delicias encontramos otros muy exóticos como las deliciosas láminas de soja y algas, un plato dificil de describir, con una apariencia que recuerda ligeramente a unos callos rarunos y que sorprende con un sabor suave y una textura ligera y crujiente.


    También dimos cuenta del "sushi frito", que bajo una crocante costra de sesamo esconde, con apariencia de maki, una tortita de tofu rellena de vegetales ¿Sushi sin arroz? Pues si, y no esta mal.
    Otra ración que debes pedir son los rollitos de maiz, unos "lacitos" de pasta de arroz frita, tan crujiente como si fuese pasta brick y sin rastro de ese exceso de aceite  que asociamos
frecuentemente a los "fritos chinos". Estan rellenos de maiz triturado, que desde luego los nombres de los platos no dejan nada a la imaginación...ji,ji


    Para terminar elegimos las albóndigas de tofu y soja al curry, una docena de bolitas del tamaño de una canica de las gordas, picantes y sabrosas.
    No puedo dejar de recomendar el pastel de manzana, una delicia que no resulta muy oriental pero que remata la cena con encanto: sobre una capa de compota de manzana una costra crujiente y recien gratinada de masa (?) desmenuzada, coronada con una bola de helado de vainilla y un absolutamente prescindible sirope de chocolate.


  En fin, una opción más para ese dia que estas aventurero y no quieres gastar demasiado, que esto te lo ponen en Saigon o en Bankok y alucinas...

1 comentario:

Si te ha gustado cuéntamelo, prometo no arañarte...