Seamos
políticamente correctos y digamos que el lujo está en los detalles…
La presentación
lo es todo, o si no como se explica el éxito
de Ferrero Roche, unas bolitas de barquillo recubiertas de un pésimo
chocolate con leche y rellenas de nocilla con ¡oh! Una avellana entera en su
interior! Un producto mediocre envuelto en papel dorado…
¿Que no seremos
capaces de comer si nos lo envuelven en
papel dorado?
Y con esto no
quiero decir que una gran presentación, que por definición debe ser original, salve
un producto de poca calidad, ya que el efecto no suele ser duradero, sino que le
da un considerable valor añadido.
En el caso de las
fiestas informales en que los invitados van a estar de pie, es útil encontrar
la manera de servir porciones de comida que no necesiten ni tenedor ni
cuchillo. Imagina la cantidad de tohallitas quitamanchas que necesitarás,
además del bochorno que vas a pasar, si les obligas a hacer equilibrios con un
plato, los cubiertos y la bebida.
El pan es el primer
aliado que encontrarás a la hora de servir porciones pequeñas: sandwiches, tostas,
bocaditos…la cantidad presentaciones es incontable. Procura elegir variedad,
por ejemplo si vas a hacer sandwiches de varios rellenos compra el mismo número
de tipos de pan (Blanco, integral…) o si vas a ofrecer más de una clase de
“montadito” elige bollitos distintos. Eso sí, no prepares estos platos con antelación,
porque a excepción de la sopa castellana y poco más, las presentaciones con pan tienden a
humedecerse o secarse, por lo que lo ideal es tener todo listo y montar en el
momento de servir.
Cualquier cosa
hueca o que se pueda vaciar, si es comestible te servirá para que tus invitados
disfruten de “bocados de a uno”. Además de esta forma dignificarás y le darás
un toque chic incluso a cosas tan de andar por casa como una ensalada de
patata.
También puedes
usar mini fuentecitas (“apero”) como las de la foto, cucharitas, chupitos…todos
los recipientes pequeños sirven. Las hay también desechables. Pero si dejas
correr tu imaginación verás que se pueden hacer presentaciones sorprendentes
con cosas que en principio no estaban pensadas para ello…por ejemplo una
huevera!
Moldes en forma de cono |
Puedes hacer tus
propias tartaletas con un molde y cualquier tipo de masa (Quebrada, hojaldre,
de empanadillas, brick..) Unas flaneras, unos conos o lo que se te ocurra, al
horno y en unos minutos quedarán tan bonitas que lo que uses para rellenar será secundario. Además tienen la ventaja de
que se pueden dejar hechas con antelación, guardar en una lata o hérmetico y usar en el momento.
Hoy os voy a enseñar lo que se puede hacer con una bechamel
de shitakes y unos super-coditos de pasta (lumaconi 48/2 de garoffalo). Yo los
encontré en el supermercado y este es mi primer intento, pero en vista del
éxito ya estoy maquinando otro relleno. Por cierto esta bechamel es muy
versátil, aclarada con nata es una excelente salsa par por ejemplo pasta, mas
consistente sirve para hacer unas croquetas deliciosas…te aconsejo que la pruebes.
Super coditos de pasta rellenos de shitake
Para 12 unidades
15 coditos de pasta
(alguno se puede romper durante la cocción)
6 setas shitake secas
1/2 vaso de leche
1c.s colmada de harina
Ajo, perejil y parmesano recién rallado
Cubrir las setas con
agua hirviendo (la justa para cubrirlas, aunque flotan,ja,ja). Reposar 1 hora.
Cocer la pasta al
dente y refrescar con agua fría para que no se ablande. Reservar.
En una sartén
tostar un poco la harina y hacer una bechamel con la leche y el agua de los shitake
colada varias veces. Cuando esté toda la harina
incorporada añadir un diente de ajo picadiiiisimo, el perejil también
picado y los shitakes en cubitos como de ½ cm (para que se encuentren
tropezones)Debe quedar espesa, no como cemento armado, así que si es necesario
añadir mas leche. Pasar caliente a una
manga pastelera con boquilla lisa. Ah! Que no tienes manga…pon en el buscador
“catering”, será lo mejor.
En caliente,
rellenar los coditos. Te quemas un poco, pero en frio se espesa y es imposible.
Se pueden hacer el
dia antes y guardar en un tupper en el frigo, así en el último momento sólo
tendrás que espolvorear el queso por encima y darles un golpe en el horno para
que se gratinen y queden así de apetitosos!
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